jueves, 5 de junio de 2008

Práctica instruccional, clima escolar y ciudadanía

Son muchos los medios de comunicación que sostienen que “aumenta el acoso escolar o bulling en las aulas”. Pero, ¿se da ahora en mayor medida que antes? Existen rigurosos estudios que, contrariamente a estas fuentes, argumentan que aunque sí es cierto que se han extendido los casos de maltrato que utilizan las nuevas tecnologías (móvil, Internet), también es cierto que ha descendido este porcentaje en otros tipos como son los insultos. Otro importante factor es que actualmente las víctimas cuentan estos episodios en mayor medida, por lo que se da más a conocer.

A pesar de ello, no podemos negar que se trata de una dura y alarmante realidad que, lamentablemente, sufren much@s niñ@s y adolescentes; por lo que se necesitan rápidas y eficaces soluciones.

Siguiendo el Informe Delors, ¿sería posible concebir una educación que permitiera evitar los conflictos o solucionarlos de manera pacífica, fomentando el conocimiento de los demás, de sus culturas y espiritualidad? Sí, procurando crear un contexto de igualdad en el que se formulen objetivos y proyectos comunes con el fin de convertir los prejuicios y la hostilidad en cooperación entre iguales. Es muy importante que las tareas escolares estén respaldadas por unas teorías implícitas que promuevan valores, actitudes y modelos positivos. Jacques Delors concibe la escuela como “promotora de la ciudadanía activa, de la cohesión social”. Así, uno de sus cuatro pilares de la educación gira en torno a: aprender a vivir juntos.

Y hablando de ciudadanía… ¿Acaso no se podría utilizar la conflictiva materia de Educación para la Ciudadanía como herramienta para combatir el acoso escolar? Lógicamente, ya que pretende “garantizar que los alumnos se conviertan en ciudadanos activos y responsables, capaces de contribuir al desarrollo y bienestar de la sociedad en que viven” (Eurydice, 2006) a través de temas como: la diversidad, igualdad, los derechos y deberes, las relaciones humanas y la democracia, entre otros. Pero entonces, ¿por qué surge tanta polémica? Pues bien, porque se pone en cuestión “el aprendizaje de la cultura” y “la cultura del aprendizaje” que explica Pozo (2006), es decir, cuáles con los contenidos culturales relevantes hoy en día y cómo transmitirlos. Esta nueva asignatura propone hacerlo mediante el desarrollo de competencias prácticas y sociales.

El término “competencia” se correspondería, volviendo a Delors, con “aprender a hacer”; algo que también conlleva debate: Conocimientos vs. Procedimientos. Actualmente, ¿acaso no resulta más útil poder organizar, gestionar, seleccionar toda la información que nos invade que intentar abarcar toda ella (una tarea más que imposible)? Como venimos diciendo desde el principio de la asignatura, el mundo y la sociedad cambian, evolucionan; y la escuela debe ser capaz de adaptarse a ello, de acoger una visión más cualitativa y no tan cuantitativa.

Y por último, trataremos el tema del Informe PISA que, precisamente, evalúa las competencias y el rendimiento de los alumnos de 15 años. Como dice Antonio Bolívar: “El informe PISA no es una liga de clasificación, al modo del fútbol, para ver en qué puesto se ha quedado”. Sin embargo, se trata de la visión más extendida, quizá por desconocimiento o por el enfoque que suelen dar muchos medios de comunicación a este informe. Su finalidad no es establecer comparaciones y centrarse en los ranking, sino evaluar y analizar los factores que se asocian al éxito o al fracaso educativo de un país, de manera que los distintos agentes que intervienen en la educación puedan adoptar las medidas necesarias para mejorar su calidad.

Todas estas herramientas están ahí, explotémoslas para la renovación y optimización de la enseñanza.


domingo, 1 de junio de 2008

Teorías y estrategías de aprendizaje: Autoevaluación

Ay que ver qué rápido pasa el tiempo… ¿verdad? Recuerdo que los primeros días de esta asignatura nos sirvieron para refrescar la memoria y profundizar en teorías del desarrollo que ya habíamos estudiado con anterioridad.

Poco a poco estas teorías fueron cobrando mayor sentido con la lectura de textos y la combinación con la práctica. Las distintas exposiciones nos han permitido valorar y entender diferentes puntos de vista y aprender de nuestros propios compañeros. En cuanto ha mi propia experiencia, la realización de este trabajo me ha permitido indagar y reflexionar sobre el tema de las teorías implícitas y las “supuestas” diferencias entre el conocimiento cotidiano y escolar.

Me ha parecido de gran interés abordar el tema de la lectoescritura con ese matiz evolutivo y cultural, así como observar los diferentes métodos que se pueden seguir en su enseñanza. Lo importante, bajo mi punto de vista, es darse cuenta de que no existe ninguna “fórmula mágica” que garantice que los niños aprendan a leer y escribir sin problemas, de que no existen unos métodos mejores y más eficaces que otros, sino que se trata de diferentes herramientas que podemos utilizar y combinar para facilitar este complejo aprendizaje.

El foro de debate de la Web CT cada día iba ganando adeptos, y contribuía a continuar aprendiendo fuera del aula. Se han tocado temas diversos, desde “cuándo enseñar a leer y a escribir” hasta “cómo hacer interesante la literatura clásica a nuestras/os alumnas/os”, algo realmente enriquecedor. Incluso he de decir que, en ocasiones, la apertura de tantos temas al mismo tiempo me dificultaba seguir el hilo conductor de cada uno de ellos.

Para finalizar, creo que el seguimiento de esta asignatura ha permitido a much@s reflexionar sobre su propio quehacer y ha contribuido a que much@s otr@s nos planteemos cómo queremos que sea nuestra futura práctica docente.

Abordar las matemáticas desde un aprendizaje estratégico


A menudo los libros de texto se convierten en el único “dogma” a seguir por muchos profesores, ya sea por comodidad o por la seguridad que éste le aporta. Pero, ¿hasta qué punto es beneficioso? A continuación, vamos a analizar el tema titulado “Tratamiento de la información” del un libro de Matemáticas de 5º de Primaria.

A esta edad, los niños se encuentran en el Estadio de las Operaciones Concretas de Piaget, algo importante a la hora de saber cuáles son sus capacidades y limitaciones para no caer en niveles de abstracción superiores a sus posibilidades.

Entre las habilidades que pretende desarrollar este tema encontramos: conocer y manejar los distintos modos de representar la información, organizar y clasificar datos, comprender y resolver problemas, memorizar lo importante etc. Pero en todos estos casos se parte de una situación dada o impuesta, en ningún momento se generan realidades en las que los alumnos sientan la necesidad de poner en práctica estas competencias.

Por otra parte, creo que se están obviando los conocimientos previos que los alumnos ya poseen sobre este tema. No se tiene en cuenta que estos sistemas simbólicos se encuentran en nuestro día a día, formando parte de nuestra cultura: gráficas sobre las temperaturas, el paro o la subida de los precios; ante lo cuál, seguro tendrán ciertas ideas implícitas, acertadas o no, pero útiles como punto de partida. Además, este ejemplo podría servir para ilustrar la conexión entre mundo escolar y el cotidiano.

Y hablando de conexiones, también me he percatado de que en este libro se trata cada apartado del tema de forma aislada. Por un lado se habla de lo que es la moda, y más tarde de las gráficas de barras; pero en ningún momento se habla de que a través de un diagrama de barras es fácilmente visible la moda, por ejemplo. Es decir, se trata cada punto cerradamente sin tener en cuenta las interrelaciones que existen entre ellos.

Como vemos, debemos ser conscientes de que los libros de texto son una herramienta más, un elemento mediador en el proceso de enseñanza-aprendizaje pero no él único. Por ello, hay que concienciarse de las posibilidades y limitaciones que éstos nos ofrecen, y encontrar un modo de paliar estas últimas.