domingo, 1 de junio de 2008

Abordar las matemáticas desde un aprendizaje estratégico


A menudo los libros de texto se convierten en el único “dogma” a seguir por muchos profesores, ya sea por comodidad o por la seguridad que éste le aporta. Pero, ¿hasta qué punto es beneficioso? A continuación, vamos a analizar el tema titulado “Tratamiento de la información” del un libro de Matemáticas de 5º de Primaria.

A esta edad, los niños se encuentran en el Estadio de las Operaciones Concretas de Piaget, algo importante a la hora de saber cuáles son sus capacidades y limitaciones para no caer en niveles de abstracción superiores a sus posibilidades.

Entre las habilidades que pretende desarrollar este tema encontramos: conocer y manejar los distintos modos de representar la información, organizar y clasificar datos, comprender y resolver problemas, memorizar lo importante etc. Pero en todos estos casos se parte de una situación dada o impuesta, en ningún momento se generan realidades en las que los alumnos sientan la necesidad de poner en práctica estas competencias.

Por otra parte, creo que se están obviando los conocimientos previos que los alumnos ya poseen sobre este tema. No se tiene en cuenta que estos sistemas simbólicos se encuentran en nuestro día a día, formando parte de nuestra cultura: gráficas sobre las temperaturas, el paro o la subida de los precios; ante lo cuál, seguro tendrán ciertas ideas implícitas, acertadas o no, pero útiles como punto de partida. Además, este ejemplo podría servir para ilustrar la conexión entre mundo escolar y el cotidiano.

Y hablando de conexiones, también me he percatado de que en este libro se trata cada apartado del tema de forma aislada. Por un lado se habla de lo que es la moda, y más tarde de las gráficas de barras; pero en ningún momento se habla de que a través de un diagrama de barras es fácilmente visible la moda, por ejemplo. Es decir, se trata cada punto cerradamente sin tener en cuenta las interrelaciones que existen entre ellos.

Como vemos, debemos ser conscientes de que los libros de texto son una herramienta más, un elemento mediador en el proceso de enseñanza-aprendizaje pero no él único. Por ello, hay que concienciarse de las posibilidades y limitaciones que éstos nos ofrecen, y encontrar un modo de paliar estas últimas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas de las características que comentas son comunes a los libros de texto en general, ¿verdad? Lo clave de esto es lo que tú misma comentas al final.
Un saludo,
Ana Belén