Relación entre hermanos

Las relaciones entre hermanos entrañan una gran complejidad. Hay una gama espectacularmente amplia en la que podemos encontrar desde relaciones cordiales y afectuosas, hasta relaciones hostiles y puramente competitivas, o incluso, intercambios ambivalentes.

Y es que, resulta evidente el efecto que produce la convivencia entre hermanos en el desarrollo personal de cada uno. Algunos de los factores que pueden ser determinantes en este aspecto son los siguientes: el orden del nacimiento, la diversidad de edad, el sexo de los niños, la relación con los padres, el temperamento, etc. a los que añadiría la importancia del contexto familiar y los valores que en él se promueven.

Si pudiésemos introducirnos en la mente de un niño, seguramente pensaría que: “un hermano es el que nunca quiere compartir las cosas; un hermano es el que nunca limpia el lavabo después de lavarse los dientes y siempre me echa la culpa a mí; un hermano es la persona que siempre está de acuerdo en que papá y mamá son demasiado estrictos; un hermano es el que siempre recuerda aquella vez que…”